El panorama del país es cada día mas caótico. Trenes que se quedan a mitad de camino o en los que se viaja peor que ganado. Al fin y al cabo, si en un transporte de ganado entran 100 vacas, meten 100 vacas, no 101. En los trenes, si entran 100 personas, se terminan metiendo 200 a presión.
Accidentes de tránsito asociados a exceso de alcohol, picadas (y no me refiero a un salame de Colonia Caroya acompañado de unos quesitos) y maniobras peligrosas producto del "Yo paso primero".
Cultura villera; si matas un "rati", le das a la bolsita (de poxiran) y escuchás cumbia villera al mango, sos re piola.
Piqueteros violentos que buscan poder.
Gobiernos cada vez mas corruptos, incompetentes, violentos y desinteresados por la sociedad.
Estas son algunas de las calamidades con las que hay que lidiar diariamente en el granero del mundo.
Si bien echar la culpa de todos los problemas a los políticos no es del todo desacertado, hay que comprender que estos no dejan de ser otros argentinos.
La ignorancia generalizada y la perdida de valores promovida en casi todos los extractos sociales, son las que nos llevan a este estado de extrema prepotencia y egoismo.
Los trenes funcionan mal porque quienes los usan no los cuidan, sinó que se ocupan de romperlos, falsear las puertas al trabarlas, y colarse para no pagar boleto. Esto sumado a la casi inexistente inversión por parte de las empresas concesionarias y la falta de control (e interes) por parte del gobierno. Eso si, los millones que se van a invertir inútilmente en el tren bala (que no es bala, solo mas moderno) a Rosario y Cordoba, están presentes; y ni hablar del tren de Puerto Madero, otro currito del gobierno, que recorre la miserable y módica distancia de 16 cuadras y que nadie usa.
Gastan millones en idioteces inútiles que son espejitos de colores para que los idiotas crean que hay gestión en lugar de solucionar los problemas claves.
Ahora pasemos a las muertes por accidentes de tránsito. En lo que va del año (1 mes y 6 días), murieron 150 personas. Quito de este análisis los accidentes generados por fallas técnicas y otras similares, para concentrarme en las producidas por la falta de pericia y responsabilidad de los conductores.
Manejar en Gran Buenos Aires o capital federal hace tiempo que se volvió un suplicio y una misión imposible. La regla básica con la que se maneja en Bs As es la prepotencia. A cada uno solo le importa si mismo y llegar rápido. Esto lleva a que no importe violar las velocidades máximas permitidas aun cuando el tráfico es lento, que no importe ir chupado al auto de adelante haciendole luces para que se corra, que no importe ir zigzagueando entre autos y cruzandose de forma peligrosa. Sinó llego tarde al trabajo o no soy de esos nabos que van despacio; yo voy rapido porque me gusta.
Después, somos todos vivos y "chupamos" alcohol hasta el punto de tener un 10% de sangre.... en ALCOHOOOOL!!!!! O, dos vasitos no me hacen nada.
Todas estas actitudes prepotentes son las que producen la mayoría de los accidentes diarios.
Y la policia, además de coimera, no es provista de los medios, físicos y legales para tomar medidas realmente efectivas. El gobierno se ocupa de sacar normativas efectistas que de nada sirven.
Piqueteros que bloquean el tránsito, perjudicando a miles de argentinos, por el solo hecho de que su causa es mas importante. Y si te manifestas en contra te fajan.
A todo esto se llega, básicamente a raiz de los años que lleva destruida la educación formal en este país, sumiendo a la gente en la total ignorancia e incapacitandola para analizar situaciones y tomar decisiones correctas; sumado a todas las operaciones de "inculturización" llevadas a cabo por el gobierno, de las cuales Tinelli debe ser el embajador con toda la chatarra que vende día a día. Promiscuidad sexual, burla y mofa hacia todo el mundo, hasta a un presidente de la Nación, por mas nefasto que este pudiera ser.
Todo esto es lo que nos lleva a donde estamos. Somos parte del problema y no de la solución.
El día que dejemos el "cortoplacismo" y ataquemos los problemas desde la raiz y al precio que sea necesario, ahi quizas empècemos a levantar la cabeza un poco.
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2 comentarios:
Coincido totalmente con vos, juanma! Quiero agregar algo con respecto a los trenes: ya ni se respeta una regla básica que implica que cuando el tren llega a la última estación primero debe descender la gente que se encuentra en éste para luego subir la gente que está esperando en el andén. En la terminal de once esto nunca ocurre, la gente que espera en el andén entra a los empujones y muchas veces se agarran a trompadas con las personas que intentan bajar del tren. Es inevitable participar de esto, ya que son tantos los empujones que uno sube como un "torpedo" al tren. En fin, viajar en tren o en cualquier otro medio de transporte público es casi una misión imposible y todos somos responsables de que esto sea así.
Si, es verdad!! Los atropellados que quieren subir y no te dejan bajar es un desastre también.
Gracias por tu excelente aporte, Caro!!!
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